Este post va dirigido a los fans de las series. Incluyéndome a mí entre ellos puedo decir que esta serie es realmente buena y con una trama espectacular.

Os ánimo a verla con un doble sentido, el primero como parte de la historia de Colombia, el nacimiento del narcotráfico, una parte cultural y el efecto de las drogas y en segundo lugar como entretenimiento.

Ya que no cabe duda de que la historia de
Escobar, un hombre humilde que se convirtió en un despiadado multimillonario,
es fascinante. Después de ser asesinado a
tiros en diciembre de 1993, su tumba se convirtió en un sitio de peregrinaje
para colombianos pobres, quienes lo veneraban como una figura magnánima que
ayudó a los más necesitados proporcionándoles dinero y viviendas. Con el paso
de los años, a medida que la gratitud de las multitudes se fue desvaneciendo y
Medellín fue superando su pasado sangriento, cada vez eran menos los
compatriotas que visitaban la tumba.
Pero gracias al auge reciente de series de
televisión y películas sobre Escobar y la era violenta que llegó a
personificar, las multitudes han vuelto a Jardines Montesacro, un cementerio
sobre una colina a las afueras de Medellín.
Me anime a colgar este post porque hace poco en
la UPO hubo una Jornada de “Conflictos armados y reparación a las víctimas” de
Colombia que me hizo revivir la primera y segunda temporada de esta serie.Y es
que son heridas que todavía están abiertas.
Desafortunadamente siguen viviendo una guerra contra el narcotráfico que ha
dejado cientos de miles de muertos y desaparecidos.
A mí lo que me parece valioso
de "Narcos" es que se puede visionar una reflexión acerca de lo que
se está haciendo bien y mal.
Como parte de esta reflexión, he llegado a la
conclusión de que la guerra contra el narcotráfico es un grave error, puesto
que considero que no es algo contra lo que puedas pelear y derrotar, es algo
con lo que tienes que negociar.La historia nos ha dicho ya que no se puede
pelear contra esto (esto esta contextualizado en la tercera temporada), se
tiene que modificar la manera en que se están haciendo las cosas y lo que queda
es el diálogo, no el balazo, entonces lo que espero es que siga una reflexión
colectiva y pueda haber una discusión sobre el tema.
Fátima Pérez Lozano
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